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Son fenómenos patológicos orgánicos o funcionales donde el sujeto responde a través del cuerpo ante una situación simbólica crítica, en lugar de tramitarla psíquicamente.

Se presentan en los sujetos que poseen una determinada incapacidad de simbolización. Ante cualquier estímulo, interno o externo, un sujeto normal debe ser capaz de procesar tanto psíquica como físicamente su excitación. En este caso, el sujeto que las padece, frente cualquier excitación orgánica, resuelve siempre somáticamente.

Para el sujeto psicosomático sólo hay cuerpo biológico, por cuanto para él es doloroso pensar. No tiene palabras para describir; de ahí la dificultad que los pacientes psicosomáticos tienen al tratar de hablar de su afección.

El abordaje psicoanalítico en estos casos, apunta a que el sujeto tenga acceso a la palabra, a la elaboración simbólica, de modo que pueda hablar con algo que no sea su cuerpo, es decir, alcanzando una elaboración psíquica de aquello que por ahora sólo encuentra expresión a nivel somático.

Las enfermedades psicosomáticas más frecuentes:

Respiratorias: asma bronquial, bronquitis, alergias, rinitis alérgica.

Corazón y Sistema Cardiovascular: hipertensión arterial, infarto de miocardio y hemorragias cerebrales.

Genitourinarias: vaginismo, trastornos menstruales.

Endocrinas: bocio, diabetes, hipertiroidismo y obesidad.

Dermatológicas o Cutáneas: eczemas, alopecia, psoriasis, dermatitis, vitíligo.

Osteomusculares: cefaleas tensionales, fibromialgia.

Trastornos sexuales y de la identidad sexual: disfunciones sexuales en general.

Sistema inmunológico: afecciones causadas por  deficiencia inmunológica o autoinmunes (lupus)

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