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La palabra crisis proviene del latín, y ésta, del griego krisis. A su vez, dentro del vocablo griego deriva del verbo krinein que significa separar, juzgar, decidir. Es interesante agregar al significado de esta palabra que en el idioma chino, se compone de dos ideogramas, que se traducen en su definición como peligro o como oportunidad.

El concepto de crisis es asimilable al concepto psicoanalítico de conflicto, y muchas veces su efecto es considerado traumático, otro elemento recurrente en la teoría.

Entendemos por situación de crisis a un momento en la vida del sujeto en el cual debe enfrentar, de manera impostergable, una situación de conflicto de diversa etiología (accidental o evolutiva). En esta, la realidad entra en conflicto con lo esperado, con lo que es conocido y confronta al sujeto con una nueva situación para la cual no cuenta con los recursos para enfrentarla y/o resolverla. Este evento es emocionalmente significativo e implica un cambio radical en la vida. Como resultado de todo esto el sujeto experimenta un incremento de tensión y ansiedad, lo cual lo inhabilita aún más para encontrar una solución.

Este concepto está ligado a la urgencia, a la necesidad de asistir a un sujeto que se encuentra en una situación de desborde psíquico. Por lo que el abordaje psicoanalítico implica una modificación del encuadre y de la técnica clásica, para poder intervenir de forma inmediata y efectiva en poco tiempo.

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